Uno de los caminos de acceso a San Miguel Arcángel, totalmente inundado. Fotos: Rodrigo García-La Nueva y Agencia Puan
Vecinos de San Miguel Arcángel le pidieron a la gobernadora María Eugenia Vidal que destine todos los recursos posibles para solucionar el crítico problema de inundaciones que están sufriendo.
“Necesitamos fondos para las obras que el municipio de Adolfo Alsina no puede llevar a cabo por su cuenta. La situación es muy traumática, muy caótica”, dijo a La Nueva el vecino Fredy Balle.
“En forma urgente hay que entubar y hacer alteos de caminos, para que el agua deje de avanzar y el pueblo no corra el riesgo de quedar incomunicado. Hace seis meses que venimos reclamando”, agregó.
El encuentro con Vidal fue ayer, en Puan, hasta donde se trasladaron unos 20 vecinos con el delegado municipal Ricardo Haucke y el secretario de Gobierno de Adolfo Alsina, Sergio Suárez, entre otros. Junto a su carta presentaron recortes periodísticos de La Nueva y del periódico carhuense “Cambio 2000”.
“El lunes llovió y estuvimos tres días sin poder salir de San Miguel, porque te encajabas en los pocos caminos donde no hay agua. Hoy recién pudimos salir. Es desesperante vivir así”, dijo Balle.
Consultada sobre el pedido de los vecinos, Vidal prometió ayuda.
“La dirección de Hidráulica está interviniendo y vamos a hacer todo lo posible por ayudar”, aseguró.
La carta
En el documento que entregaron a Vidal, los vecinos de San Miguel Arcángel señalaron que la situación es “crítica y desesperante” porque no sólo están inundados los caminos de acceso y unas 70 mil hectáreas, sino que los productores han perdido gran parte de sus cosechas y los tambos deben tirar la leche.
“Gente que necesita realizar quimioterapia o tratamientos prolongados deben interrumpirlos por no poder salir del pueblo. Vivimos mirando al cielo e implorando que no llueva”, mencionaron.
“Hay población aislada en los campos, (librada) a la buena voluntad de algún vecino que con tractores los abastecen. A los niños que venían a la escuela del pueblo hace meses que se les dictan clases en un garage prestado”, añadieron.
Los vecinos recordaron que sufrieron una situación similar en el año 2001 y nada se hizo desde entonces.
“A pesar de eso, seguimos apostando a este estilo de vida y no queremos sufrir el desarraigo. ¡Usted es nuestra esperanza!”, le expresaron a Vidal.