Un grupo de hinchas de Jorge Newbery de Comodoro RIvadavia invadió la cancha antes que empiece el partido ante Deportivo Otamendi, de Mar del Plata, por el torneo Federal C.
Acusaron al árbitro, el bahiense Gustavo Altuna, de tener el partido arreglado y amenazaron a los jugadores con que no se iban a ir de la ciudad. Hubo empujones y escupitajos.
Un canal de Mar del Plata que sigue al D. Otamendi fue el que logró registrar todas las agresiones. El partido, se definió por penales y ganaron los locales por 4 a 3.
"La idea es que la policía se haga cargo de estas situaciones, pero bueno, tratamos de solucionarlo en lo inmediato", recordó esta mañana Altuna en diálogo con el programa "Bahía Hoy", que se emite por LA BRÚJULA 24.
Sobre lo ocurrido en Comodoro, el colegiado remarcó que "en las imágenes se ve mucho más grave de lo que parece", aunque explicó "lamentablemente es una costumbre".
"Me decían que estaba todo arreglado, que me iban a matar. La explicación del club de Comodoro es que eran chicos que habían entrado a poner las bombas de humo para la salida de los equipos".
"Después el trabajo de los uniformados fue excelente, hay que destacar que había unos 60 policías para controlar a 12 mil personas. Hoy por hoy esta profesión es muy difícil, pero para el que le gusta es cada vez más apasionante", finalizó.
