Del Valle, sonriente, junto al pigüense Cristian Macedo, a quien ayudó a fines de 2013.
Claudio Del Valle formaría parte de la presunta asociación ilícita en remates judiciales. Entre 2013 y 2014 había adquirido notoriedad por ayudar a una familia bahiense a evitar que le remataran su vivienda.
Entre fines de 2013 y mediados de 2014, Claudio Oscar Del Valle fue noticia, no solo en Bahía Blanca sino en toda la región. El empresario puanense había tomado notoriedad como el Robin Hood que ayudó a dos familias, una de Bahía y otra de Pigüé, que estaban a punto de quedar en situación de calle por el remate de sus viviendas.
Ahora el nombre de Del Valle volvió a salir a la luz, también por subastas judiciales, pero en este caso con una connotación negativa. Fue detenido en el marco de la causa que busca desarticular a "La Liga", por la cual se hicieron distintos allanamientos en Bahía Blanca, la zona y el Gran Buenos Aires.
El hombre cayó en Puan, su localidad de origen. La policía, a primera hora de la mañana, no lo pudo localizar en su vivienda de Garibaldi y Torres, pero sí lo encontró por la tarde, escondido en otro domicilio de esa población.
Las intervenciones telefónicas, a cargo de la división Casos Especiales de la policía bonaerense, habrían sido la clave para llegar a su captura.
De esta manera se suma a Claudio Daniel Trabucco, Vicente Domingo Ponce, Ricardo Gustavo Roldán y Néstor Horacio García. Todos están a disposición del fiscal Sebastián Foglia, por los delitos de estafa procesal (dos hechos) y tentativa de extorsión.
No está claro aún el rol de Del Valle en esta presunta asociación ilícita, aunque los investigadores dijeron que existen pruebas que lo vinculan. En su domicliio secuestraron docuementación y dinero, según trascendió.
Hasta 2014, el puanense -que algunos lo identificaban como "el Pablo Escobar de Puan"- era casi un "experto" en salvar a familias apremiadas. O al menos eso era lo que aparentaba.
Evitó, con su intervención económica, que Silvina Corzo y sus hijos perdieran la casa de Enrique Julio al 1600, en Bahía Blanca, dos veces en menos de 9 meses. En ambas oportunidades logró reunir el dinero para frustrar las subastas.
La mujer, visiblemente emocionada, agradeció en ese entonces el gesto de Del Valle. "Me dijo que le devolviera el dinero como pudiera", comentó Silvina.
Con Cristian Macedo sucedió algo parecido. El empleado municipal de Pigüé, padre de 3 chicos -dos de ellos discapacitados- estaba al borde de quedar en la calle y Del Valle adquirió su inmueble en el remate y se lo devolvió.
“Con Claudio nos conocíamos porque, si bien él es mayor que yo, vivimos en la misma zona. Fue así que le pedí que me diera una mano,
sabía que estaba a su alcance, yo estaba realmente desesperado”, explicaba Cristian.
"Toda la familia sabe que puede pagar cómo pueda y cuándo pueda. Creo que deberíamos ser más solidarios y que el dolor del prójimo no nos resulte indiferente", opinaba Del Valle.
Cinco años después, su nombre volvió al tapete, aunque por circunstancias menos gratas.
.lanueva.com
