2 de julio de 2018

Diez años de visitas al Impenetrable: ¡Las caras lo dicen todo!



La emoción de Alcira, un abuela del paraje La Salvación, en el corazón del Impenetrable Chaqueño, cuando recibe una máquina de coser, paga cualquier esfuerzo que los voluntarios hayan tenido que hacer para llegar hasta allí, al igual que la alegría con la que los niños salen a recibirlos. 






Anahí González
agonzalez@lanueva.com



Ese sentimiento lo comparten tanto los bomberos como sus familias y los demás voluntarios -médicos, enfermeras, psicólogos- que desde hace 10 años realizan una campaña solidaria a fin de recaudar donativos para repartir entre nuestros hermanos más vulnerables del norte argentino.



Este año lograron reunir dos camiones de donativos repletos de alimentos no perecederos, ropa, agua, útiles escolares, artículos de limpieza y hasta otras máquinas de coser y bicicletas.

“El 28 de mayo hizo 10 años que arrancamos y queremos que sea un viaje especial. Queremos dedicar más tiempo a las charlas, a la amistad y al juego con los chicos. Ellos quieren mostrarte como viven, donde buscan el agua, sus animalitos”, comenta Leo Schaab, bombero voluntario e impulsor y coordinador de esta movida en la que también participan su esposa Analía y sus hijos Matías y Marcos.



Si bien hace una década que comenzó con esta noble iniciativa, al ver las necesidades básicas no cubiertas de tantos argentinos, se sigue asombrando.

“Las necesidades siempre están, son las mismas todos los años. Nosotros lo que hacemos es dar una mano”, dijo.



Luego de tantos kilómetros recorridos, aprendió que muchas veces más allá de que las personas agradecen infinitamente la ayuda material son demandantes de cariño y de compartir momentos.

“El año pasado nos dividimos para salir hacer repartos y me adentré en el paraje El Quirquincho, en medio del monte donde nunca había estado”, comentó.

“Allí me encontré con una abuela que vivía sola. Estuvimos dos horas conversando y tomando unos mates. Fue una experiencia hermosa. Cuando nos vio llegar con paquetes de fideos se le caían las lágrimas. Quién sabe cuánto hacía que no comía fideos”, narró.

Por eso, en esta nueva epopeya, que iniciará el próximo viernes 6, a las 16, desde el cuartel de Sierra de la Ventana, el foco se pondrá en darse el permitido para recorrer y encontrar esos ranchos aislados, además de la visita obligada a más de 15 escuelas-hogar, que los esperan con los brazos abiertos y en cuyos espacios abiertos colocarán juegos infantiles. Por supuesto, allí entregarán la mercadería donada por la comunidad porque gran parte de los chicos que asisten al lugar también duermen y comen allí.



“Ellos son felices con pocas cosas materiales, están acostumbrados. No están tristes por no poder ir de vacaciones a la playa, como puede pasarnos a nosotros. Algunos ni siquiera la conocen, pero no es una prioridad”, evaluó.

Las escuelas que recorren están en radio de 120 kilómetros por adentro del monte. En esta oportunidad acamparán en una escuela que se llama Bajo Hondo -pasando Nueva Pompeya- y desde le campamento base saldrán a hacer los repartos.

El miércoles visitarán la escuela del paraje La Salvación para despedir a la directora, Miriam, quien este año se jubila. Ella está a cargo de unos 30 chicos y varios de ellos comen y duermen en la escuela.

“Miriam tiene una garra..la conocemos desde hace 10 años. Pidió quedarse sin goce de sueldo un año más en la escuela para vernos hacer la despedida juntos y para dejar bien organizado su paraje para que quien la suceda pueda continuar con su tarea y legado”, contó.



“Ellos siempre quieren compartir lo poco que tienen. Si tienen un cabrito te invitan a comer todos juntos. Tratamos de decir que no pero a veces tenés que decir que sí porque quieren que sea un ida y vuelta”, comentó.

La abuela Alcira, por ejemplo, en el último viaje los convidó con aloja, un licor casero que prepara con el fruto de la algarroba.



En la última cruzada que realizaron, en 2017, lograron realizar tres perforaciones para que las poblaciones pudieran contra con agua potable y acomodaron el techo de una escuela en Laguna Ayarde que se había volado. También colocaron juegos de plaza y repartieron dos camiones con acoplado llenos.

Quienes van. Bomberos, familias y demás voluntarios de Monte Hermoso, Pehuen-co, Bahía Blanca, General Cerri, Sierra de la Ventana, Coronel Suárez, Tornquist, La Colina, Darregueira, Deraux, Urdampilleta, Bolívar, Castex (La Pampa) y una chica de Corrientes. Irán en 18 vehículos.

Qué necesitan. Hasta el martes recibirán en el cuartel de Bomberos de Sierra de la Ventana artículos de botiquín, alimentos no perecederos -como polenta, arroz y fideos- bicicletas, juguetes y útiles.

Agradecidos. “Queremos agradecer a la gente porque siempre tenemos una gran respuesta. Juntamos muchas donaciones. Destaco el caso de los los bomberos de Punta Alta quienes colaboran desde hace dos años sin haber participado del viaje. Hacen una muy linda campaña y su apoyo es reconfortante”, dijo Schaab.

Donativos. Todo se consiguió gracias al aporte solidario de muchos vecinos de estos pueblos y de localidades vecinas.

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