9 de agosto de 2016

“Los jóvenes caen en la droga por la soledad, la falta de diálogo y la búsqueda de pokemones”


foto: archivo




La soledad, la falta de diálogo y la "búsqueda de pokemones” resultan ser, en muchos casos, los pasos previos para que los jóvenes caigan en la droga.


Por Cecilia Corradetti / ccorradetti@lanueva.com


Al menos, así lo sostuvo el diácono de la Pastoral Diocesana de Adicciones y Drogadependencia Javier Di Benedetto, de 32 años, quien participará hoy desde las 8:30 de la reunión de la subcomisión de prevención de adicciones de la Mesa de Observatorio de Narcotráfico en el recinto del Concejo Deliberante.

“Es algo que se ve no sólo en Bahía, sino a nivel nacional. Los jóvenes están solos y en las familias no hay diálogo. Además, le buscan sentido a cosas virtuales, como los `pokemones'. Esto también es una adicción”, dijo.

El religioso señaló que los adultos deben hacer un replanteo acerca de su rol.

“Los padres son quienes le dejan la herencia a sus hijos. La visión del mundo, los límites, el amor, el idioma... y en este sentido somos, en gran medida, responsables”, puntualizó.

Expresó que mucha gente se acerca a pedir ayuda a la Catedral frente a la problemática de la droga.

“Ayer llegó un joven en muy mal estado. Pero insisto: estaba solo”.

Cómo trabajan

El Observatorio de Narcotráfico cuenta con la participación de varios actores de la ciudad: organizaciones no gubernamentales e instituciones, además de concejales de distintos bloques.

La mesa del Observatorio funciona con el siguiente esquema: cada uno de los actores realiza una presentación. Hoy será el turno de Di Benedetto, que además presentará el libro “La puerta abierta de la misericordia, una propuesta eclesial al problema de la droga”.

Di Benedetto trabajó hasta el año pasado como acompañante en el Centro de Recuperación de Adictos “Fazenda de Esperanza”, de Carhué, hasta ser designado en febrero como diácono en nuestra ciudad.

La semana pasada, “La Nueva.” publicó en un informe que las internaciones por intoxicaciones con alcohol y psicofármacos en el Hospital Municipal registran un marcado índice de crecimiento desde los últimos años, mientras que las correspondientes al consumo de cocaína atraviesa una merma desde 2014 luego de un significativo pico en 2012.

Esto derivó a que la unidad de Adicciones que funciona en el sanatorio, sobre calle Bravard, pase a tener la denominación de “departamento”, con más jerarquía, funciones y personal.

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